«Con Tigo de la mano», de Magdalena Helguera

La última novela de la uruguaya Magdalena Helguera aborda, con el estilo característico de la autora, una cuestión que no es nimia en el actual período por el que atraviesan nuestras sociedades. La crisis con la que se inició el siglo, en nuestra región, dio lugar en la segunda mitad de la década a un período de crecimiento económico y movilidad social que para algunas familias representó una suerte de ascenso social: los nuevos ricos recibieron en nuestro país el mote de «nuevos uruguayos» en una reciente campaña de publicidad que roza con la idiotez lisa y llana, promoviendo el consumismo más banal y una vanagloria de méritos más propios del azar que de la previsión y el esfuerzo. En paralelo con ese auge, la inestabilidad propia del sistema permanece. Cuestiones como la desarticulación de las familias nucleares, la inseguridad laboral o las desigualdades de género están al orden del día y golpean a los hogares con menos recursos, para hacer de lo imprevisible y lo inestable las reglas entre las que se intenta construir lo cotidiano. En ese contexto, entre esos dramas, Helguera coloca a sus personajes y los echa a correr sus aventuras y desventuras.

Con Tigo de la mano, de Magdalena Helguera

Milagros (Mili), la protagonista, es una niña de doce años que debe hacerse cargo de su hermano menor, Tigo (Santiago), de cuatro años, mientras su madre se deshace en el trabajo, tomando horas extras para afrontar el sustento de una familia donde el padrastro de Mili, padre de Tigo, se ha mandado mudar, abandonando a su suerte a la familia, que debe ajustar su economía a la nueva realidad de un hogar uniparental.

Mili es una niña que está entrando a la adolescencia y que se debate entre el orgullo que significa para ella asumir responsabilidades propias de los adultos y, por otro lado, los reproches que lanza a ese mundo adulto que, de distintas maneras, va recortándole las posibilidades de desarrollar su infancia a su manera. A modo de contraste, allí está Clara, la prima de Mili, que por una disputa familiar entre las respectivas madres (cuñadas entre ellas), y por el hecho de que la familia de la prima ascendió socialmente, ha sido separada de su prima y de sus antiguos amigos, sumando así un nuevo disgusto en la vida de la protagonista, a la par de ofrecer la perspectiva (crítica) de esa niña que acaba de ingresar al mundo de los «nuevos uruguayos».

Una llamada acuciante que la prima Clara hace a Mili volverá a unir a las chicas en una aventura en la que se suma Renzo, aspirante a novio de Mili. La aventura, llevada con buen pulso por las calles amenazantes de la ciudad, concluirá uniendo entre las niñas lo que el desarraigado estatus de la adultez había separado. Mili, siempre con Tigo de la mano, se reconciliará con su prima y estará expectante de que la realidad se recomponga, lo que al final sucederá, para bien de las amigas. Entre tanto, también Tigo irá haciendo su crecimiento, y podrá, llegado el momento, soltar la mano de su hermana a la par de recomponer su peculiar modo de hablar.

Helguera narra esta historia de manera muy fluida, con ese humor agudo que la caracteriza y la aleja de cualquier atisbo de chabacanería. La narra, además, proponiendo pasajes conmovedores, donde los protagonistas asumen en su propia fragilidad una fortaleza que parece que el mundo estuviera dispuesto a arrebatarles a cada vuelta de esquina. Pasajes conmovedores que la autora también cuida que no caigan en la mera sensiblería.

Me consta que la autora concibe, casi como una necesidad, que las historias que narra tengan un desenlace feliz, incluso allí donde la inestabilidad y la hostilidad del mundo que presenta no parece ser tan auspiciante. No sé si ello es un mérito, pero, al menos en este caso, el final feliz no empaña los cuestionamientos que la novela lanza, y sobre los cuales el lector se quedará pensando más allá del final.

En definitiva, una buena novela para chicos y chicas a partir de los nueve años, ilustrada con sensibilidad por la argentina Laura Michell, y en una edición muy bien cuidada de SM.

El próximo martes, 7 de junio, a las 14:30, la autora estará comentando la novela enla Feriadel Libro Infantil y Juvenil de Montevideo, en el stand de Mosca Libros. Será una buena oportunidad para acercarse a la autora y conocer este nuevo libro, al cual le doy desde aquí mi bienvenida.

Magdalena Heleguera: Con Tigo de la mano.
Ediciones SM, Buenos Aires, 2011.
Colección: Serie Naranja de El Barco de Vapor (144 págs.).
Ilustraciones de cubierta e interiores (en blanco y negro) de Laura Michell.

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