Ver llover

En esta semana salió de la imprenta el libro de poemas para niños, Ver llover, ilustrado por Fernando de la Iglesia y escrito por mí. De momento, se lo encuentra en Buenos Aires, donde iré a presentarlo a fines de julio, en ocasión de la 20a. Feria del Libro Infantil y Juvenil.

Ver llover es editado y distribuido por la editorial argentina Calibroscopio, y ha salido al ruedo muy bien acompañado en la Colección Líneas de Arena.

En su momento, cuando andábamos buscando un editor para el libro, nuestra amiga Ana Lorenzo escribió un texto que me parece muy apropiado para presentar el libro hoy, aquí. Decía Ana:

Ver llover es un álbum cuyos poemas e ilustraciones juegan y se complementan desde el principio (desde el mismo título ‘ver yo ver’, ‘ver llover’) en una escalera que sube los peldaños de los colores con los que la lluvia se presenta y a los que el niño, adolescente o adulto traslada los estados de ánimo y emociones que la lluvia provoca.

Se adentrará el lector desde el blanco, negro y gris cuando «Piensas que hoy llueve contra vos, / que esta llovizna es contra vos,  / porque te quedas sin el paseo prometido.»; y pronto la rabieta contra el  aburrimiento de la lluvia dará paso a la fascinación por su violencia: «¿Quién mira por el ojo del huracán? / ¿Qué ogros y demonios? / ¿Qué fieras? / ¿Qué dioses ofendidos? // Nadie mira: / ningún monstruo, / ningún demonio terrestre, / ninguna fiera marina. // El huracán tiene un ojo ciego.»

Llegará luego el rojo con miradas más sutiles y algunas muy divertidas (como un diluvio a la inversa). Luego, cómo no, el azul y la lluvia tímida y atrapada en los charcos; y el amarillo y la lluvia que juega con el limpiaparabrisas o el niño que imagina la lluvia «Llueve de verdad, / llueve fuerte, / diluvia. // Llueve porque imaginas que llueve. // Bajo las sábanas y las frazadas, / con los ojos cerrados, / acabas de inventar la lluvia.» y la madre que no lo sospecha «Cuando salgas a la calle, / –dice tu madre– / lleva el paraguas. / ¡No te imaginas cómo llueve!». Y el fin vendrá de la mano colorida del rojo al violeta en que el arcoíris sustituirá al ceño del niño enfadado con el encierro por la lluvia, cerrando el ciclo —tal como el ciclo del agua.

Porque los poetas y los dibujantes nos muestran otras formas de ver; estas dos miradas juntas nos regalan un álbum que no descuida ni la calidad del texto ni la de las ilustraciones y que deja que lectores más pequeños reciban los pareados y los poemas más divertidos, que los mayores les acerquen —leyendo juntos, que es una forma preciosa de leer poesía, y de crear lectores— las poesías que les exigen más.

La poesía y la ilustración son, por definición, para volver a leer y volver a contemplar, porque no son una historia cerrada: crecen con las relecturas y las miradas, crecen con los lectores, al mismo tiempo que crecen ellos. Este álbum consigue que uno se pare a mirarlo y quiera volver a leerlo, como los buenos libros.

Los dejo con una página interior, y por ahora no digo más…

Notas sobre la cuestión del libro-álbum

Cecilia Bajour y Roberto Sotelo, de la revista Imaginaria, entrevistan a Anthony Browne y le preguntan sobre la relación entre escritor e ilustrador en lo que hace a la realización de un libro-álbum. La pregunta y la respuesta valen lo suficiente como para tomar nota:

Imaginaria – ¿Cómo considera el lugar de los lenguajes que están en juego en el libro-álbum? Sobre todo el lugar de la palabra. En un artículo sobre la relación entre la imagen y la lectura, usted considera que lo interesante está en la brecha que hay entre ambos lenguajes. ¿Un autor de libros-álbum es un ilustrador que escribe? ¿Qué lugar tiene la palabra; qué complejidades y qué ventajas tiene la palabra para un autor integral?

Anthony Browne – Uno narra a través de imágenes y a través de la palabra y es mucho más fácil si hace las dos cosas a la vez. Y cuando el autor de un libro-álbum imagina la historia la imagina en palabras y en imágenes, mientras que un escritor común solo la imagina a través de palabras. Aunque por algún motivo a los editores les gusta mantener por separado al escritor y al ilustrador. Pero para mí es una idea ridícula. Porque a lo largo de todo el proceso es un ida y vuelta, las palabras pueden ir cambiando a medida que se van desarrollando las imágenes y viceversa. Por eso, en general, cuando van a trabajar un ilustrador y un escritor por separado, los mejores trabajos salen cuando son amigos o tienen una buena relación y están en comunicación continua.

Dibujo de Anthony Browne para la portada de "Willy el Soñador"

Garabatos y ringorrangos

Garabatos y ringorrangos, además de ser el nombre de este blog, es el título de un libro de poesía ilustrada para niños, que ya está disponible en el sitio de la editorial Libro de Notas. Las ilustraciones son de José Alberto Caja, que ha hecho un bello trabajo. Para su presentación, transcribo aquí lo escrito por la directora de la colección, Ana Lorenzo:

Germán Machado ha creado un universo en forma de poemas en el que se mezclan cosas aprehendidas de nuestro propio mundo, del mundo cotidiano, con una imaginación desbordante en que los personajes, garabatos y ringorrangos, amables o enrevesados, nos mueven a la ternura, a la risa…; José Alberto Caja nos los acerca aún más de la mano de sus ilustraciones. Dividido en tres partes («Personajes», «Paseos y salidas» y «Tropiezos»), las poesías invitan a los niños a conocer e imaginar ese mundo donde los garabatos y ringorrangos viven, sueñan, duermen, sufren y se excusan a sí mismos: no hay prototipos ni moralejas, únicamente el placer de contar en verso y dibujo.

Ya saben cómo funciona esta publicación: el que quiere, va al sitio de la Editorial y se descarga un ejemplar (puede ser en formato PDF o E-PUB). Si les gusta el libro y quieren colaborar con el proyecto, pues donan algo (lo mínimo es un euro). Si además lo quieren tener impreso en papel, lo pueden comprar en el sitio que Libro de Notas tiene en Bubok, que se los envía a su casa. Sea como sea, ojalá que lo disfruten.

Garabatos y ringorrangos: la tapa