Maho & Zorya

El viernes 16, a las 11 de la mañana, en la sala del Museo Palacio Taranco que da a los jardines, fue la ceremonia de entrega de los Premios Anuales de Literatura del Ministerio de Educación y Cultura.

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Entre los premios otorgados en la oportunidad, cabe destacar especialmente el primer premio de la categoría poesía édita, entregado a la poeta Circe Maia por ese maravilloso libro que reúne su Obra Poética. Un aplauso fuerte y sostenido refrendó la decisión del jurado. Acompañé ese aplauso con ganas.

Estuve allí porque entre los diversos premios entregados me otorgaron una mención honorífica en la categoría literatura infantil por una obra de narrativa inédita que lleva por título Maho & Zorya.

En la web de la Dirección de Cultura del Ministerio se puede consultar el resultado de todas las categorías premiadas.

La Ceremonia: un homenaje

El sábado 3 de octubre estuve en San Javier, departamento de Río Negro, Uruguay.

San Javier: Basilio Lubkov (fundador de la colonia rusa) y José Artigas, la esquina principal del pueblo, y muy simbólica por cierto. Foto tomada el 3 de octubre de 2009.

San Javier: Basilio Lubkov (fundador de la colonia rusa) y José Artigas, la esquina principal del pueblo, y muy simbólica por cierto. Foto tomada el 3 de octubre de 2009.

Viajé allí para asistir al homenaje que distintas organizaciones rindieron al médico Vladimir Roslik, asesinado en la tortura, cuando ya se replegaba la dictadura militar en Uruguay.

Tenía 17 años cuando los hechos, un 16 de abril de 1984, y aún recuerdo como golpeó aquella muerte: miedo, dolor, impotencia, bronca.

De eso trata el cuento La ceremonia, que presenté al concurso convocado por la Dirección de Derechos Humanos del Ministerio de Educación y Cultura y el Centro Cultural y Museo de la Memoria (MUME).

El concurso era parte del homenaje. El cuento obtuvo el segundo premio en la categoría. Me gustó recibir el premio de manos del hijo de Vladimir Roslik, que era un bebé recién nacido cuando aquel asesinato, y que ahora es un hombre joven, un músico con nombre de poeta: Valery.

Encabecé el relato con un texto del argentino Antonio Porchia que dice: El dolor no nos sigue: camina adelante. Y es así, camina adelante, entre otras razones, porque todavía están impunes muchos delitos cometidos por el terrorismo de Estado.

Escribí ese cuento como un homenaje para todos aquellos que pelearon contra la dictadura. También como un desquite. Seguro que es poco para tanto.

Pongo el cuento en una página del blog para quien quiera leerlo.

Salud.