quisiera regalarte
un miriñaque
que espante el mal de ojo
y un almanaque
con los días en rojo
si por mí fuera
—tenelo por seguro—
en el año que viene
ni un solo día oscuro
—
estos deseos chambones de Garabatos y Ringorrangos para el 2012
quisiera regalarte
un miriñaque
que espante el mal de ojo
y un almanaque
con los días en rojo
si por mí fuera
—tenelo por seguro—
en el año que viene
ni un solo día oscuro
—
estos deseos chambones de Garabatos y Ringorrangos para el 2012
Para cerrar por este año con los «RGR» (Recomendados de Garabatos y Ringorrangos), una lista de libros sugeridos por Magdalena Helguera, que se tomó su tiempo y me mandó una carta extensa justificando su selección. La copio tal como me llegó:
¿Cómo puede alguien que vive de la lectura tanto como del aire o el agua, la comida o la charla elegir solo cuatro o cinco libros dignos de recomendación? Esta pregunta tan poco original –se la han hecho, palabra más, palabra menos, casi todos y todas quienes han respondido hasta ahora la convocatoria de Germán– requiere algún criterio “acotador” y ordenador en medio de tanta abundancia y empacho lector: por género, por país, por edad de los destinatarios… (También se puede recurrir a hacer un poco de «trampa» y elegir cuatro o cinco de cada cosa… Tentador, sin duda, pero no).
En fin, en algunos casos –como el de una servidora– hay un criterio que se impone por sí mismo, quiéralo o no el o la recomendante: el de lo que permite o no recordar una memoria algo floja. Y ojo, que el resultado de esa «poda» no necesariamente coincide con el de la calidad de la obra o el disfrute que ha producido: lamentablemente, me pasa que a veces me acuerdo perfectamente de un libro que encontré horrible, o mediocre, y no puedo recordar de qué se trataba otro que sé que me volvió loca de gusto…
Corresponde, entonces, seleccionar otro criterio que «achique» un poco más, y aquí va: voy a recomendar cinco libros pertenecientes a los géneros sugeridos por Germán, que sean poco conocidos o recordados en mi país. (Y, de yapa, agrego un par de libros de teoría sobre la lectura y/o literatura de los que no pueden faltar en la cartera de la dama o el bolsillo del caballero).
Aquí voy:
– salto cancan (escribo el título con minúscula y sin tilde, tal cual aparece en la tapa y portada del libro), novela de María Inés Silva Vila, publicada en Montevideo por la editorial Alfa en 1969.
Luego de leerlo hace varios años, prestado por alguna biblioteca, conseguí comprármelo (en Mercadolibre), lo estoy releyendo y vuelve a gustarme mucho. Silva Vila (Salto 1926-Montevideo 1991) fue una de las integrantes de perfil más bajo de la «Generación del 45» uruguaya, de la que escribió un conjunto de crónicas con mucho humor. También publicó otra novela, unos cuantos cuentos para adultos, y un cuento para niños, El país de las cosas perdidas, que no figura en su bibliografía “oficial”.
– Misterio en el museo, de Mónica Dendi, publicada en Montevideo en 1992 por la editorial AMAUTA, en cuyo concurso del mismo año obtuviera el Primer Premio (compartido con Malí Guzmán y su obra ¿Cómo se llama este libro?). Al año siguiente, recibiría también el Primer Premio del MEC en la categoría Literatura Infantil édita.
Esta obra retoma la larga tradición de novelas de misterio protagonizadas por grupos de preadolescentes (con visita al cementerio incluida) pero, por primera vez, ubica la historia en un escenario típicamente uruguayo (y Montevideano: el barrio Buceo, con su Museo Zoológico, su playa y su cementerio) y, al decir de Luis Neira en su prólogo «contiene claros elementos de identidad».
Obra y autora, por lo tanto, son pioneras en un género que comenzaría a hacer «furor» pocos años después en la LIJ uruguaya. Pese a esto, y a los reconocimientos recibidos, la novela no ha vuelto a ser editada, ni la he visto jamás mencionada en las reseñas de obras o entrevistas a autores/as que retomaron posteriormente este camino y suelen recibir el crédito de haberlo inaugurado.
– Este sí es conocido y recordado, pero no tanto como merece: Maluco: la novela de los descubridores (1989), de Napoleón Baccino Ponce de León (Montevideo, 1947).
(¡Sí! ¡Esta vez estuve breve! ¡Vamos que se puede!)
– De la uruguayo-argentina o argentino-uruguaya, la gran Ángeles Durini: Mientras el lobo (Córdoba, Comunicarte, 2005). Libro cargado de música y poesía, que dialoga con el juego y el canto infantil. No he tenido el gusto de compartirlo con niños, pero entre estudiantes de Magisterio tiene el extraño poder de despertar desconfianza, o incluso disgusto (por lo “raro”), en una primera mirada superficial, y embelesamiento y sorpresa al escucharlo leer en voz alta.
– En el quinto lugar nos alejamos (geográficamente) del Río de la Plata, y viajamos en libro hasta Colombia, donde Irene Vasco escribió y publicó hace ya más de una década esta excelente novela juvenil que sigue plenamente vigente: Paso a paso (Bogotá, Panamericana, 1997), aborda un tema terriblemente difícil: el secuestro de un hombre, visto desde los ojos de su hija adolescente.
Y ahora, “la yapa” (en sobrio estilo Bibliografía, con un solo comentario que los abarca: ¡Quiero tenerlos en la Biblioteca del Instituto de Formación Docente!):
COLOMER, Teresa (2005), Andar entre libros: La lectura literaria en la escuela, México, Fondo de Cultura Económica. Colección «Espacios para la lectura».
LLUCH, Gemma (2004), Cómo analizamos relatos infantiles y juveniles, Bogotá, Norma. Colección «Catalejo».
MACHADO, Ana María, MONTES, Graciela (2003), Literatura infantil: creación, censura y resistencia, Buenos Aires, Sudamericana. Colección «La Llave».
Magdalena Helguera nació en Montevideo (Uruguay). Actualmente vive en Ciudad de la Costa. Es maestra, Licenciada en Letras y Profesora de Lengua en el Instituto de Formación Docente de la Costa. Está cursando las Maestrías en «Lenguaje, cultura y sociedad» y «Literatura Latinoamericana» en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación.
Tiene publicados treinta libros para niños o adolescentes –en su mayoría de narrativa–, numerosos textos de este u otros géneros en obras colectivas, publicaciones periódicas, libros escolares y dos obras de teatro. Sus obras han sido publicadas en su país, y también en Argentina, Chile, Cuba, Ecuador, México y Paraguay.
Desde 2000 a 2004 trabajó en un proyecto de investigación sobre narrativa uruguaya para niños y jóvenes que culminó con la publicación del libro A salto de sapo: Narrativa uruguaya para niños y jóvenes, obra que obtuvo el Premio de Ensayo Literario en la edición 2006 del Concurso Anual de Literatura del Ministerio de Educación y Cultura del Uruguay.
Gran parte de sus obras de ficción también han sido destacadas en concursos nacionales e internacionales. Entre otras distinciones recibió ocho Primeros Premios, dos Segundos Premios y varias Menciones en el ya mencionado Concurso del M.E.C. lo cual debe ser un récord nacional.
En el ámbito internacional obtuvo el Primer Premio «Los niños de Mercosur» de la Editorial Comunicarte de Córdoba (Argentina) 2005, una Mención del Fondo de Cultura Económica de México en el Concurso «A la orilla del viento» 1999 y otra en el Concurso «Los jóvenes del Mercosur» (Argentina) 2009. En 2006 fue postulada por IBBY Uruguay para el Premio Internacional en Memoria de Astrid Lindgren 2007 (Suecia). Los títulos de sus libros están ordenados en la página de Facebook que coordina con su nombre.
Susana Olaondo, para confeccionar su lista de recomendaciones, además de libros, optó por señalar la obra en general de algunos creadores. Nos acerca con ello a distintos artistas, y a distintos géneros.
Esta es su lista de los «RGR»:
Daniele Finzi Pasca. Teatro de la caricia, de Facundo Ponce de León.
Entrevistas a Daniele Finzi Pasca, creador del Teatro Sunil (su obra más representada en Montevideo fue Ícaro). «Para aprender a volar el viento te ayuda. Después es una cosa de intuición. La intuición es más grande que los sueños, más importante… Uno tiene que aprender a abrir los brazos y agarrarse a las corrientes… ¿logras percibir el viento?» (Daniele Finzi Pasca, Ícaro, 1988).
Bajo presión, de Carl Honoré.
«Un libro pensado para rescatar a los niños de las tensiones propias del S. XXI».
«Blobs grow in beloved gardens» es el título de este cuadro de Friedensreich Hundertwasser. Susana no eligió ningún libro en particular del autor y sugirió esta imagen.
– De Ediciones Taschen vale la pena todo sobre la obra de Friedensreich Hundertwasser: pintura, arquitectura, etc.
– Las ilustraciones de Kveta Pacovskâ.
– La poesía de Humberto Megget. Coincido con Sebastián Santana.
– En el desván, de Hiawyn Oram y Satoshi Kitamura (ilustración) Editorial Fondo de Cultura Económica.
Susana Olaondo, nacida en Montevideo, Uruguay, tal como la presenta la wikipedia: es escritora, dibujante, escultora, fotógrafa, jardinera y además conduce un taller de expresión plástica para niños. Su primer libro fue La Tía Merelde (1990), al que siguieron más de una veintena títulos. Ha obtenido varios premios nacionales como escritora (premios del Ministerio de Educación y Cultura) y en 2010 el Premio Bartolomé Hidalgo dentro del género libro-álbum, con su libro Por un color. Cabe destacar que algunos de sus títulos —Felipe, Olegario, Una Pindo— han sido estrenados en teatro. Más información en su página web.
De un tiempo a esta parte he descubierto que Virginia Brown tiene el don de la concisión. En su correspondencia no anda con vueltas y siempre va directo al grano. Debe ser por sus múltiples actividades. Hoy recomienda sus libros y en una frase nomás explica por qué los recomienda y te deja con ganas de leer los que te faltan.
Dice Virginia:
Los tres cerditos, de David Wiesner.
Esta vuelta de tuerca de los cuentos clásicos, salta de la página y se queda girando feliz como un trompo.
La mejor familia del mundo, de Susana López y Ulises Wensell.
Para tener sobre la mesa, leer en familia y emocionarse.
Cuentos de la periferia, de Shaun Tan.
Uno de esos libros que uno los lee y se pregunta ¿cómo pude vivir sin haber leído esto?
Gabriela Armand Ugon, además de escritora, es maestra. Desde ese lugar de intercambio de lecturas con los niños y niñas hace sus recomendaciones. Me aclara que le cuesta decir cuáles son sus lecturas preferidas y que, por ello, opta por recomendar en función de su experiencia de lectora con los niños. Así, recomienda cinco libros que han tenido éxito entre aquellos de sus alumnos que en el correr del año fueron afirmándose como lectores.
Dice Gabriela:
Voy a nombrarte tres que causaron sensación entre ellos y después dos más que sé han sido el deleite de gurises más grandes.
– El primero que aplaudiron hasta el cansancio y no dejaron de gritar «bis» fue el El camino que no iba a ninguna parte de Gianni Rodari, ilustrado por Xavier Salomó y editado por SM España.
– Otro de los libros que llegó viejito a fin de año, pero no por descuido de los niños sino porque siempre había lista de espera para llevarlo a casa y leérselo a los hermanos más chicos fue Madrechillona de Jutta Bauer editado por Lóguez. Es ese tipo de libro que lo podés leérselo todos los días a los gurises y jamás se cansan.
– Y el tercero, que me impactó por los comentarios riquísimos que suscitó entre el auditorio infantil fue El vestido de mamá de Dani Umpi ilustrado por Rodrigo Moraes, de Criatura Editora. Al principio el libro provocó comentarios de desconfianza y diría que en algunos varones de menosprecio hacia el protagonista. Pero ni bien iba avanzando la lectura todos se encariñaron con el protagonista y se convirtieron en grandes defensores de lo que cada uno siente. Al finalizar, las sanas discusiones entre ellos fueron increíbles.
– Y ahora apelo a mi memoria. Recuerdo que trabajando con niños de 9 en adelante, había un libro que los chicos me solían «robar» de mi bolso donde yo lo dejaba a propósito semi asomado, aclarándoles previamente que estaba prohibido tocar nada de mi pertenencia jajaja. No solo lo «robaban» para adelantarse en la lectura, sino que muchos terminaban comprándoselo porque no podían aguantar la ansiedad de esperar hasta el otro día para que yo avanzara un capítulo. Me refiero a: El tesoro de Cañada Seca de Julián Murguía.
– Hay un libro que nunca falla cuando no conozco previamente a los niños con quienes voy a trabajar: Cartas desde la selva de Horacio Quiroga. Todos los hiños han conocido al menos un cuento de Cuentos de la selva y lo recuerdan con cariño. Los más grandes han leído algunos de Cuentos de amor, locura y muerte. Enfrentarse con las cartas que H. Quiroga le escribió desde la selva a sus hijos es algo que deleita a todos (Y de paso les enseñamos que en otra época no había Intenet y que existían sobres y papeles de carta, que la gente escribía, releía y corregía si se equivocaba… Y que muchas veces esas cartas se guardaban de por vida y se volvían amarillentas con el tiempo y olían a papel.)
Bueno, yo elijo libros, pero la última palabra siempre la tienen ellos: los gusrises, los destinatarios para quienes escribimos.
Gabriela Armand Ugon nació en Colonia del Sacramento, Uruguay. Vivió en su ciudad natal hasta terminar sus estudios secundarios para luego radicarse en Montevideo, donde reside actualmente. Escritora de más de 15 títulos para niños y jóvenes, es maestra y difusora de la LIJ tanto en sus clases como en actividades y páginas web (mantiene en FaceBook un Rincón del Libro donde muestra y ordena títulos de LIJ de todas las latitudes). Su novela El secreto de la casa gris obtuvo un accésit para escritora inédita en narrativa infantil y juvenil en el al concurso de Norma – Fundalectura y fue publicado en la Colección Torre de Papel, Bogotá (2003). Con la novela Martín y la leyenda del barco fantasma obtuvo el premio Bartolomé Hidalgo en 2004 y acaba de obtener en el Premio Literario Anual 2011 convocado por el Ministerio de Educación y Cultura el primer premio por su novela El blog de Julieta Penino. Por más información véase su página web.